En la mente de una persona con celos.

Los celos pueden llegar a ser un sentimiento muy destructivo, tanto para las relaciones interpersonales como para la propia persona que los sufre. En muchas ocasiones de la vida, cada persona ha podido experimentar alguna situación en que la que viviese los celos en primera persona. Sin embargo, a veces no sólo se trata de una forma aislada. Tanto la frecuencia, como la intensidad de los celos, influye en que sea un factor perjudicial para la persona que los sufre. O que simplemente haya una conducta producida por un pensamiento que no llega a ser habitual o que pueda ser racional, en otros casos.

Emociones y pensamientos:

  • Comparación con los demás o con una persona en concreto. Se tiende a realizar de una manera desfavorable a uno mismo. Puede llegar ser el centro de la vida de la persona (como un referente que no sentirá que puede alcanzar).
  • Sentimiento de inferioridad o falsa superioridad: la persona se siente inferior en comparación con la persona de interés o la persona hacia la que van dirigidos los celos. Se genera inseguridad en uno mismo. Aunque en ocasiones, ese sentimiento de inferioridad se camufla haciendo fuertes intentos de disminuir a la otra persona o desprestigiarla, para aparentar superioridad.
  • Temor a que la relación se rompa: el sentimiento de pérdida es algo que anticipa la persona con celos de forma continuada. Incluye la imaginación reiterada de situaciones en las que puede ser abandonado o que se finaliza la relación en un futuro próximo.
  • Desconfianza: se produce por el temor a ser dañado, a que la relación termine, a una traición, a que haya una infidelidad, entre otras cosas. La persona suele imaginar maneras diversas en las que está o puede estar siendo traicionada. Contribuye a que la comunicación en la relación sea más pobre y se produzcan malentendidos o conflictos, dependiendo del grado de la disputa.
  • Tristeza: al experimentar malestar por la expectativa de traición o de ser valorado en menor estima que la persona con la que se compara, se producen sentimientos de tristeza. Se percibe un problema molesto y complejo de resolver.
  • Incertidumbre: algunos la experimentan con mayor o menor tolerancia creando su correspondiente malestar. Se trata de un sentimiento producido por la anticipación de un hecho que no sabemos si se va a producir o no. En este caso, que se enamoren de otra persona, que nos engañen o traicionen.
  • Frustración y rabia: cuando las expectativas de la persona no se cumplen, por ejemplo, dejando de hablar con aquel que nos incita celos, se generan sentimientos de rabia y frustración que pueden llegar a desembocar en emociones de alta intensidad.

Conductas:

  • Comprobaciones e invasión de la intimidad: se acaban revisando de forma habitual las redes sociales de la persona con el fin de buscar algún indicio de algo que nos pueda hacer daño sobre la persona hacia la que sentimos celos. Asimismo, se puede llegar a comprobar a escondidas o no, el teléfono móvil de nuestra pareja, así como en otros casos, cómo va vestida o que colonia se ha echado.
  • Llanto: como conducta propiciada por la emoción de tristeza, miedo al abandono o la ira producida por la posibilidad de una traición.
  • Agradar o complacer al otro: realizando un esfuerzo en ello mayor de lo habitual. Aunque no apetezca o no estemos de acuerdo en muchas ocasiones. La inseguridad en nosotros mismos hace que hagamos todo lo posible por cubrir todas las necesidades de la persona, aunque incluya nuestro sacrificio.
  • Reacciones de ira: traducidas en fuertes discusiones. Tanto si la otra persona está llevando a cabo una traición o no, se producen conflictos por diversas causas, como la ofensa por la desconfianza, chantaje emocional, entre otros.

¿Cómo puedo diferenciar si los celos que yo siento o siente una persona que conozco son perjudiciales o no?

Puede ser una tarea algo compleja el determinar esta diferencia. Como conclusión, se puede considerar que cuando se producen celos de forma habitual y éstos pueden ser los causantes de un daño en la relación interpersonal, ya sea de pareja, familia o de amistad, es necesario valorar la posibilidad de que un profesional de la psicología evalúe dicha situación, ya que las posibilidades son varias: que la persona tenga unos celos basados en hechos reales, que la persona pueda haber desarrollado un trastorno de la personalidad o celotipia, estar siendo víctima de la manipulación o ser el ejecutor de la misma, entre otras causas y consecuencias. Por todas esas posibilidades, entre otras, es necesario tener en cuenta que a veces es complicado sin una evaluación detallada diferenciar si los celos que ha sentido una persona pueden perjudicar su bienestar.