La soledad que nos acompaña, ¿cómo combatirla?

Ahora, nuestras relaciones sociales parecen más numerosas debido a las interacciones que se generan a través de las comunicaciones en las redes sociales como WhatsApp, Instagram, Facebook y otras. Lo cierto es que las personas siguen experimentando sentimientos de soledad, ¿por qué?

Las causas pueden ser varias, sin embargo, podemos tener en cuenta las siguientes:

  • Hay personas que realmente pasan la mayor parte del tiempo solos por muchas razones: síntomas depresivos que generen autoaislamiento, personalidad, un trabajo que requiere mucha implicación y pocas relaciones, etcétera.
  • Podemos tener una etapa o momento de nuestra vida en el que no nos sentimos incomprendidos por las personas de nuestro entorno y eso nos hace sentir solos.
  • Nuestras relaciones sociales no son como nos gustarían o como esperábamos. Exigimos o tenemos necesidad de una mayor implicación por parte de otras personas.

En primer lugar, es de gran importancia saber que sentirse solo no significa necesariamente estar solo: es probable que no estemos reparando en las personas que se encuentran alrededor nuestra apoyándonos. O no valoramos su aportación a nuestras vidas, porque la relación no es tan comprometida como esperamos o como nos gustaría. En otras situaciones, puede que una persona esté muy centrada en recibir la atención y el apoyo de alguien en concreto, olvidando tener en cuenta a otra persona que sí lo esté haciendo. Puede haber diversas causas pero será necesario diferenciar si estamos solos o nos sentimos como si lo estuviésemos. Todos estamos expuestos a tener sentimientos de soledad alguna o muchas veces en nuestra vida.

Ya sabiendo que tengo esos sentimientos de soledad: ¿Qué puedo hacer?

  • Aceptar los sentimientos de soledad. Cuando aceptamos que tenemos un sentimiento esto nos permite ser conscientes de nuestras necesidades reales. Asimismo, ayuda a saber qué es lo que queremos en nuestras relaciones.
  • ¿Qué opciones tengo? Será necesario que pensemos de la forma más objetiva posible. Se recomienda pensar en las opciones cuando estemos un poco alejados de ese sentimiento de soledad, en un momento que no nos esté invadiendo. Ello ayudará a pensar de manera más clara y no sentirnos bloqueados en la resolución de problemas.
  • Coméntale a alguien como te sientes. Esto nos puede ayudar a sentirnos escuchados y comprendidos.  Incluso contribuye a disponer de una segunda opinión ante la solución del problema.
  • Fomentar las relaciones sociales: otras veces, lo que necesitamos es conocer gente nueva o con gustos comunes a los nuestros. Podíamos tener la oportunidad de conocer a personas en los gimnasios e incluso en aplicaciones de ligue. Si estamos en una situación en la que nos encontramos limitados para salir (confinamiento, un trabajo de horarios inusuales, etc), es positivo saber que tenemos más opciones. Podemos conocer a gente que pueda compartir nuestro gustos o aficiones. Por ejemplo en “Meetups”, donde se realizan reuniones sobre un tema concreto de interés a través de internet o en grupos de Facebook.
  • Aprender a disfrutar de momentos a solas. Será relevante mantener nuestro tiempo ocupado y buscar actividades que nos gusten y nos motiven o que antes nos motivaran.
  • Mantenimiento de nuestras relaciones sociales. A veces por trabajo, otros compromisos o quehaceres, surge que ciertas personas de nuestro entorno no nos consideren de la misma manera que nosotros a ellos. Es hora de valorar si se trata de una relación que nos merece la pena poner algo más de empeño. Esto, hará que nos tenga en mayor consideración o si por el contrario esta persona es valorada como una relación algo más superficial en nuestra vida.
  • Organiza los planes de tu semana con la gente: videollamadas, actividades con quién convivimos en casa, juegos online con un grupo de personas, tomar algo, cenar, cualquier plan es válido. Es importante no esperar siempre a que nos surjan los planes, ya que eso puede alimentar nuestra soledad en algún momento. Tomar la iniciativa es algo positivo y que puede animar a otras personas a que tomen la iniciativa en otros momentos.
  • Gratitud: a veces tenemos personas a nuestro alrededor y no reparamos en ellas tendiendo a sentirnos solos aún no estando solos. Puede ser de gran utilidad reflexionar sobre si tenemos algo que agradecer a las personas de nuestro entorno: familia, compañeros de trabajo, amigos. Al igual que requerimos que otros nos tengan en cuenta, es un buen ejercicio valorar lo positivo que nos aportan los demás.

Si necesitas más información al respecto, puedes contactar a hola@rebecapozuelopsicologa.com o en el contacto de Facebook de Rebeca Pozuelo Psicóloga.