“Mi hijo no expresa sus emociones”: Inteligencia Emocional para niños

En la actualidad, muchos padres están experimentando el desarrollo de la personalidad y cognitivo de sus hijos, observando que mientras sucede este proceso, el comportamiento de sus hijos no es el esperado, habiéndoles proporcionado todo lo referente a sus necesidades y habiendo lidiado con los obstáculos que interfieren, tanto en la vida de los hijos, como en las propias como padres e incluso como trabajadores, gestionando el estrés en la medida de lo posible. Llega un momento, en que los padres no saben cuál es la mejor manera de ayudar a sus hijos, porque los niños no cuentan qué les ocurre exactamente.

Sin embargo, como se mencionaba en las líneas de arriba, el comportamiento de los hijos no es el más adecuado, ya que se puede percibir cómo los niños, a pesar de tener todas las necesidades cubiertas, no se muestran felices o aparecen otro tipo de problemas como por ejemplo: llamadas de atención mediante el llanto y la queja desproporcionados, no expresan cómo se sienten, se guardan sus preocupaciones para ellos mismos, el rendimiento escolar, autoestima e inseguridad, a nivel social (con los compañeros de la escuela), y un largo etcétera.

En otras palabras, se observa cómo los niños tienen dificultades para controlar sus emociones, en concreto, las emociones negativas: ira, tristeza, miedo… Y sobre todo, tienen dificultad en expresar dichas emociones y hablar de sus sentimientos, tema que preocupa habitualmente a los padres, ya que su objetivo es informarse de las emociones de sus hijos a fin de que puedan ayudarles de una manera más eficiente.

 Estas dificultades, no forman parte de una simple etapa habitual de los niños que tras superar la misma, dichos problemas desaparecen restaurándose así el manejo de sus emociones y convirtiéndose en adultos competentes y con calidad de vida. Por el contrario, si no se pone remedio a esto a tiempo fomentando la Inteligencia Emocional en los niños, puede que se complique cada vez más el adecuado desarrollo de los niños, así como de los adolescentes cuando llegara el caso.

 

¿Qué puedo hacer para que mi hijo controle sus sentimientos y emociones?

 La tarea por parte de los padres en este sentido, es exclusivamente fundamental, por lo que los elementos principales para que el niño aprenda a controlar sus emociones son:

1.- El niño deberá aprender a identificar las emociones y para ello ha de hablar sobre cómo se siente cuando tiene un problema o está experimentando una emoción concreta. Después será necesario que nombre la emoción. Es importante tener en cuenta que no se puede obligar al niño a hablar si no quiere, por lo que puede llevar un tiempo.

Para llegar a este punto, los padres serán los encargados de comprender en primer lugar sus propias emociones y la forma de manejarlas o gestionarlas.

2.- Entendimiento de las emociones que sus hijos están procesando. ¿En cuantas ocasiones hemos impedido que nuestro hijo no tuviera un espacio para expresar sus emociones? Diciéndoles que no lloren, que no se asusten, que no se enfaden…

O en el caso contrario, ¿cuántas veces hemos dejado que lloren, se enfaden y se asusten solos (mandándoles a su habitación, por ejemplo) o de forma desmesurada porque vemos que no controlan sus emociones? Incluso a veces, les premiamos por ello regalándoles aquello que nos piden sólo para que no se pongan a llorar o gritar de forma desbordada. Claramente, esto sucede con toda nuestra buena intención y sin que nos demos cuenta de las consecuencias, pensando en lo mejor para ellos. Sin embargo es necesario comprender qué emoción están experimentando y el por qué, para así poner la mejor solución posible.

3.- Por último es necesario que proporcionemos a nuestros hijos alternativas y opciones de actuación para resolver esas emociones que experimentan y los problemas que les acontecen, es decir, hacerles ver que hay más maneras para actuar ante la aparición de una emoción concreta lo cual conllevará unas consecuencias más beneficiosas.

En resumen, y para finalizar, es importante recordar, que la inteligencia emocional es un componente fundamental en la educación de nuestros hijos, sobre todo en los tiempos que corren, en la era del estrés, en la que los dos progenitores suelen trabajar o que la paternidad o maternidad se lleva desde la soltería y no en pareja. Además, la Inteligencia Emocional se puede fomentar en nuestros hijos a través de la psicología, obteniéndose resultados muy eficaces, por lo que no dudes en pedir información sin compromiso contactando al 635972308 o a hola@rebecapozuelopsicologa.com